jueves, 10 de mayo de 2007

ANJA PIERONI, MATER LACHRYMARUM





Probablemente, su nombre no dirá mucho a nadie que no sea un cinéfago, pues únicamente rodó diez películas, pero esta misteriosa actriz puso en jaque a todo un país y pasó a ser un símbolo de lo más nefasto de una época en Italia. Y es que la bella Anja (o Ania, como aparecía en ocasiones) era una bruja.

Muy poco se conoce sobre sus inicios. No he podido averiguar dónde nació, ni siquiera podría afirmar al cien por cien el año en que esto ocurrió. Únicamente sabemos que nació un 28 de febrero, posiblemente de 1960.

Debutó en el cine en 1978 de la mano de Alberto Lattuada. La película era “Así como eres”, y estaba protagonizada por Marcello Mastroianni, Nastassja Kinski y Francisco Rabal, nada menos.

Su pelo oscuro, unos preciosos ojos verdes y una belleza felina hizo que se fijaran en ella muchos productores. El futuro parecía sonreirle.

Su siguiente trabajo fue una comedieta dirigida por los incansables especialistas Castellano y Pipolo al servicio de la comicidad de Adriano Celentano: “Manos de seda”.

En 1980 le llega su gran oportunidad, el papel por el cual siempre tendrá un hueco en el devocionario del cine de terror. Dario Argento la contrata para que interprete a la Mater Lachrymarum en la segunda parte de una trilogía que ahora sí que parece que va a concluirse.

En 1977, Argento comenzó la trilogía de las tres madres con “Suspiria”, basandose en el libro “Suspiria de profundis”, del visionario Thomas de Quincey. Las tres madres, según Argento, eran tres brujas con poderes especiales para el mal. “Suspiria” contaba la historia de la primera de estas brujas, Mater Suspiriorum, que vivía en Friburgo. La segunda bruja, Mater Tenebrarum, era la más joven y la más cruel de ellas, y Dario Argento la convierte en protagonista de “Inferno”, la película que nos ocupa. Este personaje estaba protagonizado por Veronica Lazar. La tercera parte de esta trilogía se dedicará a la tercera hechicera, Mater Lachrymarum, la más bella de las tres. Y decimos que se dedicará, porque pese a que la espera ha sido eterna, por fin Dario Argento se decidido a rodarla.

Pues bien, perdonad el rollo, pero era para poner en antecedentes a quien no conozca esta trilogía (peccàto!). A donde quería llegar es a que en “Inferno”, Mater Lachrymarum tenía una breve intervención, y la actriz encargada de dar vida a esta arpía fue nuestra guapa Anja Pieroni. Fueron dos apariciones breves y sin diálogos, pero su presencia, como se puede ver en este vídeo, destilaba magnetismo.

Su siguiente película le puso en la piel de un personaje bíblico, pero de una manera harto peculiar. En “I miracoloni” (Francesco Massaro, 1981), Anja interpretó a María Magdalena (¡a quién si no!) en una comedia bufa que parodiaba los Evangelios. Para hacerse una idea de por qué derroteros tomaba esta cinta, en una escena, Santo Tomás, interpretado por Lucio Montanaro le soltaba a nuestra protagonista mientras la toqueteaba con deleite: “No creo si no toco”. En fin. La película fue un fracaso mayúsculo de taquilla y hoy es muy difícil de localizar

Ese mismo año protagonizó para Lucio Fulci otro papel que la convertiría en un icono para el aficionado al género. Era Ann, la canguro del niño cabezón de “Aquella casa al lado del cementerio”. Se dice que Anja no le caía muy bien a Fulci, que la encontraba bastante antipática. Quizá por ello, la pobre muere decapitada.

Y de Fulci a Argento y tiro porque me toca. En efecto, Dario Argento la recuperó para su siguiente filme, “Ténebre”, que pese a su título, no tenía nada que ver con la trilogía que antes hemos citado, sino que era un retorno al “giallo” por parte del realizador romano. De nuevo le tocaba la peor parte a nuestra protagonista, que acababa degollada en una violenta escena.

Después vino un papel muy secundario en la comedia de Sergio Corbucci “Il Conte Tacchia”, protagonizada por Enrico Montesano y Vittorio Gassman e inédita en nuestro país, como las películas que hizo a continuación: “Signore e signori” (Tonino Pulci, 1984), “Mai con le done” (Giovanni Fago, 1985), invisible película rodada por un grupo de teatro llamado “Le Pagliette del Buzzi”, y “Fracchia contro Dracula” (Neri Parenti, 1985), que puso fin a la carrera cinematográfica de Anja Pieroni.

Esta película suponía la segunda y última aparición cinematográfica de Giandomenico Fracchia, personaje creado e interpretado por Paolo Villaggio, que ya lo interpretó una década antes para la televisión. En ella, siempre en tono paródico, Anja daba vida a Oniria, hermana del conde Drácula, que se enamora del protagonista.








Hasta aquí un resumen de su vida laboral dentro del cine. Ahora llegan los líos amorosos.

La joven Anja, que se ve que de tonta no tiene ni un pelo, fue durante diez años amante del primer ministro italiano, el socialista Bettino Craxi.

El romántico y dadivoso Craxi, que estaba casado y ya había tenido “affaires” con las actrices Sandra Milo y Moana Pozzi, le regaló a Anja todo un pisazo en el centro de Roma y una cadena de televisión. ¿No harías tu lo mismo con la persona que amas?

La cadena de televisión, la GBR (Green Blue Red), había nacido en los años setenta y era de sesgo socialdemócrata. Con la llegada de la Pieroni esto cambió: Anja quería una televisión más femenina, con más glamour, y de paso la viró hacia la izquierda en cuanto a la ideología de esta pequeña televisión privada de Roma.

Después vino la caída en desgracia de Craxi con la operación “Manos limpias” en 1992, los juicios, en los que ella también fue imputada, así como Silvio Berlusconi. Se convirtió en escoria para la mayoría de la gente. Ningún productor daba un duro por ella, su nombre sería suficiente para arruinar cualquier producto.










Años más tarde se casó con el industrial Gennaro Moccia. En el momento de la boda, Anja era madre de un niño, mientras que Gennaro ya tenía tres. Juntos han tenido otro hijo y su vida familiar es del todo privada. Anja no concede entrevistas y ya no mantiene ningún contacto con el mundo del espectáculo.

No hace mucho, Dario Argento fue a visitarla a fin de averiguar si estaría dispuesta a retomar su papel de Mater Lachrymarum para la tercera película de las madres que está rodando en estos momentos y que llevará por título “La terza madre”. Lo cierto es que se encontró con una Anja realmente cambiada, castigada por la edad y con bastantes kilos de más. Quedaban, eso sí, esos ojos verdes.

Finalmente el papel que Argento tenía reservado para Anja, lo interpretará la modelo israelí Moran Atias, guapa y con veinte años menos. El 31 de octubre de este año podremos ver si Moran es un digno relevo para la dulce Anja.



1 comentario:

Aura dijo...

Oh, ahora conozco un poco más a esa mujer que tanto me fascinaba en Inferno... Que hipnótica la escena acariciando al gato con el Va Pensiero de fondo y el mal entrando por la ventana.

Que bella bruja.