Existen directores de cine por los que coges una especial simpatía. Son directores que no han alcanzado la fama que sin duda merecían. Y ello se debe a diferentes razones, aunque casi siempre esta sea el escaso presupuesto con el que cuentan o el poca atención que se muestra a sus obras. Son realizadores con mucho oficio y bastante talento pero que no obstante ello, no encuentran sitio en ninguna enciclopedia de cine ni revista especializada y sus nombres acaban en el olvido. Es el caso de Curtis Harrington, que falleció el pasado 6 de mayo a los ochenta años de edad. Otro realizador que se me viene a la cabeza es John Hough, por ejemplo.
No he podido ver todas las películas de Harrington, pero sí la mayoría y todas tienen en común una elegancia que las hace destacar por encima de producciones del mismo tipo. Una elegancia decadente que frecuentemente se ve realzada con nombres de viejas glorias encabezando los repartos.
Harrington era un intelectual. Comenzó en el cine experimental con sus amigos Kenneth Anger y Maya Deren, pioneros de este tipo de cine en los Estados Unidos. También compartió amistad con gente tan apasionante como Anaïs Nin, Marjorie Cameron o James Whale.
Después de rodar un par de cortometrajes, rodó su primer largo en 1961 bajo los auspicios de la AIP de Roger Corman. “Nightide”, protagonizada por Dennis Hopper, es una de las más extrañas rarezas de la productora, un film de una gran poética y sutileza. Para Corman también adaptaría dos filmes de ciencia-ficción soviéticos para el público norteamericano.
En 1971 realizaría sus dos grandes obras maestras: “Whoever slew Auntie Roo?” (mi favorita) y “¿Qué le pasa a Helen?”, ambas protagonizadas por una grandísima Shelley Winters. La primera es una especie de reverso cruel del clásico cuento “Hansel y Gretel”, con los malvados niños en lucha contra una desconcertada “bruja”. La segunda era la predilecta de su artífice. Fue escrita por Henry Farrell, autor de “¿Qué fue de Baby Jane?” y “Canción de cuna para un cadáver”, de ahí su trama granguiñolesca y que esté protagonizada por actrices maduras como Debbie Reynolds, la mentada Shelley Winters y Agnes Moorehead. Una gran película, fenomenalmente ambientada en la década de los treinta, lo que le valió una candidatura al “oscar” al mejor vestuario. Desgraciadamente, ninguna de las dos películas tuvo una importante repercusión económica.
Volvió a contar con viejas estrellas como Ann Sothern en “The killing kind” y Piper Laurie en “Ruby”, dos películas nada corrientes y poco comprendidas.
Su último largometraje se remonta a 1985 y estaba producido por la “Cannon”. El propio Harrington tiene claro que “Mata-Hari” se trata de su película más floja y pone como razones el poco entendimiento que hubo con productores y demás miembros del equipo técnico y la escasa versatilidad de Sylvia Kristel, encargada del papel principal.
También ha trabajado para la televisión realizando varios telefilms como “How awful about Allan” (1970), con Anthony Perkins, o “Killer bees” (1974), con Gloria Swanson, así como varios episodios de series tan conocidas como “Baretta”, “La fuga de Logan” o “Los ángeles de Charlie”.
En 2002 dirigió y protagonizó el cortometraje “Usher”, basado en la narración de Edgar Allan Poe.
Harrington también escribió un libro sobre Josef Von Sternberg, actuó para el filme incompleto de Orson Welles “The other side of the wind” y su intervención fue fundamental para que la película de James Whale “El caserón de las sombras” no se perdiera irreversiblemente.
En fin, otro nombre importante que pasa de puntillas por los medios de comunicación.
1961 Nightide.
1965 Voyage to the prehistoric planet.
1966 Queen of blood.
1967 La muerte llama a la puerta (Games).
1971 Whoever slew Auntie Roo?
¿Qué le pasa a Helen? (What’s the matter with Helen?).
1973 The killing kind.
1977 Ruby (Ruby).
1985 Mata-Hari (Mata-Hari).
En este mes de las flores también han fallecido:
Kazuo Kitamura, actor japones y presidente de la Asociación Nacional de Actores Teatrales. Trabajó para Akira Kurosawa (“Infierno del odio”), Masaki Kobayashi (“Kwaidan”), además de ser uno de los actores favoritos de Shohei Imamura (“Eijanaika”, “Lluvia negra”, etc.).
Nicholas Worth, orondo característico norteamericano al que vimos en “Swamp thing”, “Darkman” y “Barb Wire”, entre otras muchas.
Bernard Gordon, guionista y productor que estuvo en la tristemente famosa lista negra del Senador Joseph McCarthy. Son obras suyas, entre otras, los guiones de “El ataque duró siete días” (primera versión de la novela “La delgada línea roja”), “The day of the triffids”, “55 días en Pekín” y “Al este de Java”. También produjo varios títulos de Eugenio Martín en nuestro país, como el de “Pánico en el Transiberiano”.
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