Con Rafael Alonso, Ana Carvajal, Ramón
Cazorla, Fernando Cebrián, Jesús
Colomer, Marisa de Leza, Juan Escardo, Marilín Estrada, Arturo Fernández, Miguel
Fleta, Analía Gadé, Miguel Ángel
Gil, Fernando Guillén, Mercedes
Monterrey, Antonio Ozores, Luis Peña,
Elvira Quintillá, Raymon River, José María Rodero, Ricardo Rodrigo, Rubén Rojo, Santos Romero, Pepe Rubio, Ramón
Vaccaro y María Jesús Valero.
Es el día de nochebuena. Mercedes
y Pablo piensan pasar la noche juntos con la madre de él, a la que piensa
presentar a la que ya es su prometida. La jornada discurre con normalidad hasta
que Mercedes llega a casa y se encuentra con Ramón, un antiguo amor, que le
pide ayuda para embarcarse en un vuelo, ya que acaba de matar a un hombre.
Analía Gadé y Rubén Rojo
El guión de José Luis Dibildos,
también productor, contiene inesperados giros en la trama, que acaba con el avión
estrellado y un alto número de víctimas mortales. Además de esta tragedia, el
libreto contiene su historia de amor y celos, su relato policíaco con el
asesino evadido, un estudio de personajes a lo Gran Hotel e incluso unas inesperadas pinceladas cómicas a cargo de
los personajes interpretados por Marisa de Leza (una frívola actriz de
coproducciones con seudónimo afrancesado y pocas luces), Rafael Alonso (su
representante) y Antonio Ozores (un campeón de ajedrez griego que habla un
macarrónico italiano –sic-). Como se puede observar, contiene de todo. Y quizás
ese sea su mayor desacierto, pues no logra amalgamar tantos elementos, muchos
de ellos antagónicos.
Analía Gadé y Luis Peña
En su momento, la película fue
recibida con cierta frialdad por parte de la crítica. El escritor y periodista
Miguel Pérez Ferrero escribió una poco amable crónica para ABC en la que
recriminaba al filme su poca inventiva y su artificiosidad.
Ciertamente, el cine policíaco
español vivía un auge durante esos años y la cinta de Lazaga, aunque trataba el
tema tangencialmente, poco añadía de interés a un género que contaba con
muestras bastante más interesantes.
Antonio Ozores, Marisa de Leza y Rafael Alonso
En cuanto a la segunda invectiva
del crítico, hay que darle toda la razón: muchas escenas se notan forzadas y de
muy poca credibilidad. Un ejemplo de ello lo encontramos cuando el personaje
interpretado por Analía Gadé es herida de un balazo y es auxiliada por un médico
que tiene el brazo inutilizado que, además, instruye a su novio sobre la
posibilidad de celebrar un matrimonio “in articulo mortis”. Totalmente ridículo.
Marisa de Leza, Rubén Rojo, Analía Gadé, Elvira Quintillá y José María Rodero
En cambio, no se puede estar de
acuerdo con Pérez Ferrero cuando afirma que la labor de reparto es deficiente;
si algo da empuje a la trama es el trabajo de los actores, encabezados por el
trío formado por una guapísima Analía Gadé y los convenientemente duros Rubén
Rojo y Luis Peña. Tampoco hay que olvidar el buen quehacer de grandes como
Elvira Quintillá y José María Rodero.
La dirección de Pedro Lazaga
resulta dinámica, con la habitual corrección del realizador de Valls, que en
algunos momentos brilla a gran altura y nos hace olvidar lo insensato de muchas
situaciones.
¿Sabías que…?
Fernando Guillén no recordaba en
absoluto haber participado en esta película.
2 comentarios:
Yo personalmente discrepo con las críticas negativas que tenga "La frontera del miedo". Siempre me ha parecido una película especial y llena de valores humanos y estéticos. Aunque haya alguna que otra escena mal resuelta, me parece que lo que cuenta lo cuenta muy bien y con un ritmo perfecto pues la película no es demasiado larga y todo está muy bien ajustado por lo que no aburre en ningún momento. Es una película pretenciosa pero hay casos en el cine español en los que la pretenciosidad en vez de ser un defecto resulta ser una virtud. José Luis Dibildos aparte de tener categoría como productor era un excelente guionista y lo demuestra aquí porque los diálogos de la película tienen una gran profundidad y son brillantes en casi todo momento. La película logra provocar el desasosiego en el espectador, en especial en los planos previos a que el avión despegue. Y cuando está despegando y empieza a escucharse el ruido de los motores el espectador ya se encuentra inquieto a lo que contribuye también un primer plano de Analía Gadé que inspira una cierta sensación de angustia. Antes de estrellarse el avión parece que hace un movimiento raro como da a entender un gesto que hace Analía Gadé y aunque la trama sea algo previsible el espectador no pierde el interés por lo que está viendo y a eso contribuye la fuerza visual que tienen los fotogramas. Salvador Torres Garriga consiguió un tono fotográfico ideal para la atmósfera tenebrosa que impera en la película. Pienso que todos los intérpretes están muy bien dirigidos por Pedro Lazaga que es un cineasta por el que siempre he sentido una admiración muy especial. Respeto a quien le parezca fallida pero yo la veo muy digna. Me gusta.
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