Con Sylva Koscina,
Cristina Gaioni, Valeria Fabrizi, Marisa Merlini, Ernesto Calindri, Philippe
Noiret, Laura Adani, Luigi Pavese, Louis Seigner, Franco Franchi, Ciccio
Ingrassia, Nino Taranto, Gianni Bonagura, Nello Ascoli, Marisa Quattrini, Nino
Terzo, Bruno Scipioni, Mario Frera, Francesco Sormano, Carla Morosini, Augusto
Pescarini, Marcello Simoni, Enrica Caperchi, Consalvo Dell'Arti.
La historia gira en
torno a dos industriales milaneses que viajan a Roma para firmar un importante
contrato con un empresario democristiano. Uno de ellos aprovecha la lejanía de
su esposa para contratar a una masajista, que por entonces así vendían sus
servicios las prostitutas; el otro, por el contrario requiere los servicios de
una verdadera masajista, ya que no se encuentra nada bien. A partir de aquí,
los enredos y los equívocos se suceden de manera vertiginosa e incluyen un
cadáver al que hay que esconder con urgencia.
Cristina Gaioni, Sylva Koscina y Valeria Fabrizi
Segunda de las
películas dirigidas por Fulci en la que no se implicó directamente con el guión
–la primera fue La rubia tuvo la culpa
(1962)-, dejando esta labor a cuatro guionistas, entre los que destaca el
veterano Oreste Biancoli, que había colaborado en el libreto de El ladrón de bicicletas (Vittorio de
Sica, 1948).
Cristina Gaioni, Nino Taranto y Valeria Fabrizi
Se trata, como
hemos dicho, de una comedia de equívocos, con elementos de farsa –no en vano,
la película lleva como subtítulo Pochade
in un tempo moderno- a los que se añaden toques de erotismo bien provisto
por sus bellísimas protagonistas y que desemboca en un sano humor negro a
cuenta de un cadáver que desaparece y aparece en los lugares más insospechados,
a lo que hay que sumar la aparición de la pareja formada por Franco Franchi y
Ciccio Ingrassia, que ya habían protagonizado el anterior filme del realizador
romano.
Sylva Koscina y Luigi Pavese
La historia no es
muy original, ciertamente, pero está llevada con gracia y la trama avanza con
unas situaciones grotescas in crescendo
que se multiplican con la entrada en escena de Franchi e Ingrassia,
absolutamente geniales mientras están siendo seducidos por Sylva Koscina y
Valeria Fabrizi.
Sylva Koscina, Philippe Noiret, Ernesto Calindri y Luigi Pavese
En la trama subyace
una crítica destructiva contra la falsa moral de la democracia cristiana,
representada por los personajes interpretados por Louis Seigner y Philippe
Noiret, que muestran una tremenda hipocresía en temas sexuales, como bien puede
observarse en la llamada telefónica que el primero hace requiriendo a una
prostituta y, ante la entrada del segundo en la misma sala, disimula como
puede. Resulta curioso comprobar que para interpretar estos papeles se contara
con dos actores franceses.
Louis Seigner y Cristina Gaioni
Una de las escenas
más divertidas de la película sucede en un restaurante y tiene como
protagonistas a uno de los industriales (Ernesto Calindri), que comparte mesa
con el ultraconservador Philippe Noiret y con una de las “masajistas” (Sylva Koscina),
que se hace pasar por esposa del primero. La llegada por sorpresa de su
verdadera mujer crea un ingenioso caos de malentendidos.
Ciccio Ingrassia y Franco Franchi
Frente a este hilo
argumental encontramos también una divertida subtrama protagonizada por Nino
Taranto, profesor de italiano y su mujer, estupenda Marisa Merlini, que se
dedica al masaje terapéutico y tiene como vecinas a las tres prostitutas
protagonistas. Las confusiones, como no, son objeto de regocijo.
Nino Taranto, Nino Terzo y Marisa Merlini
Fulci sigue
acomodado en el terreno de la comedia, género al que seguirá siendo fiel cuatro
años más, en lo que realizará nueve nuevas comedias. Su dirección es ágil,
aunque no puede evitar ciertos recursos teatrales. Curiosamente en Fulci, lo
que cuenta tiene más importancia que cómo lo cuenta.
Nino Terzo y Valeria Fabrizi
En cuanto al
reparto, cabe resaltar la gran belleza del terceto protagonista femenino, con
una Sylva Koscina guapísima, que realiza un amago de estriptís ante un
asombrado Luigi Pavese; Cristina Gaioni, aparece como una prostituta con no
demasiadas luces; y la fascinante Valeria Fabrizi, que venía de competir por el
título de Miss Universo, y que aquí le recita a Nino Taranto varios artículos
de la ley portando únicamente un bikini. Por su parte, el reparto masculino,
huérfano de beldades, cumple su cometido, con un notable Ernesto Calindri
sobresaliendo del resto.
Louis Seigner y Sylva Koscina
Supone también el
primer encuentro de Fulci con Giovanni Fago, que ejercerá funciones de ayudante
de dirección en varias películas suyas.
Así pues, nos
encontramos ante una comedia sin pretensiones, que va de menos a más, y que no
ha contado nunca con el beneplácito de la crítica, que la ha ninguneado
sistemáticamente. Tampoco fue un éxito en taquilla, pero bien merece una
revalorización.
Valeria Manfredi, Sylva Koscina y Cristina Gaioni
¿Sabías que…?
Es el primer filme
italiano de Philippe Noiret.
Ernesto Calindri se
haría bastante famoso posteriormente gracias a la campaña de publicidad que
hizo para el licor Cynar.
El crítico Alberico Sala fue conminado para que no fuera demasiado malo (cattivo) a la hora de analizar la película en los periódicos.
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